Hola
queridas lectoras, hoy, quizá por el tiempo o porque acabo de terminar una de
esas novelas que te dejan los sentimientos a flor de piel estoy nostálgica y
reflexiva. Llevo unos días sin publicar nada y es que cada vez que enciendo el portátil
con la intención de hacer alguna reseña o algún post me quedo sin ideas, sin
palabras e incluso sin ganas, así que acabo por dejarlo para más tarde y ese
tarde nunca llega, también es verdad que estos días prefiero leer a hacer
cualquier otra cosa y es que estoy en racha y motivada, he encontrado lecturas
apasionantes de las que te enganchan a niveles de no comer por leer, supongo
que tú me entenderás, y esto si tienes suerte te sucede más a menudo que a mí.
Lo cierto es que entre rutina, series y trabajo me queda poco tiempo para leer
y muchas veces pocas ganas. Los libros se me van amontando y termino agobiada
por todo lo que tengo por leer, por todo lo que quiero leer y por todas las
novelas que me gustaría leer y no cubriría con una vida entera dedicada solo
para leer. ¿Es esta la vida que hay detrás del lector?
Supongo
que si habréis leído hasta aquí os estaréis preguntando que pretendo con este
post, o que novela acabo de terminar que me ha dejado así... Pues, ni yo misma sé
que pretendo con este post así que empezaré por lo que si se. Seremos
Recuerdos, la segunda parte de la biología de Elisabet Benavente es la que
acabo de terminar, entre lágrimas y emociones. Después de un buen maratón que
tan bien me ha sentado. Sabes esa sensación de cuando cierras un libro y
piensas... ¿y ahora que? Pues más o menos así estoy, porque
indiferentemente de lo mucho que me haya gustado la historia la moraleja que
esconde esta historia me ha dejado huella. Lo que la historia de Macarena quiere
transmitir me parece importante y me ha dejado muy claro que adoro ser lectora,
que se aprende tanto de los libros como de la vida en si misma, que con ellos
podemos viajar, enamorarnos y también aprender, a hacernos más valientes y
plantearnos cosas impensables.
Hoy
leyendo por la mañana con la emoción de saber que cerraras una historia, de
saber como terminará de saber que vas a despedirte de otros personajes que te
van a dejar su huella, con un café en la mano y el repiquetear de la lluvia en
la ventana, con el calor de mi perro apoyado en mí, me he vuelto a enamorar de
los libros, de las historias que se vienen con ellas y de reafirmar mi pasión
por los libros, de tener ganas de compartir con vosotros esas emociones y estas
últimas lecturas, porque este mes se cumplen cinco años de este blog y aunque
ha vivido días mejores y hay momentos que creo que no merece la pena ni el
esfuerzo, la emoción de compartir emociones y historias sigue ahí y espero que
por mucho tiempo más. Me gustaría traer más contenido, más variedad y encontrar
las palabras adecuadas cuando las necesito pero no siempre es fácil ni siempre
tengo el tiempo así que espero que sigáis conmigo, que compartamos nuestras
lecturas, comentemos lo mucho o poco que nos ha gustado, y fangirleemos de
portadas, personajes, tramas, porque somos lectores y nos encanta.