Reseña Un Refugio en Katmandú

Sinopsis

Matthew jamás pensó que su exitosa carrera como jugador de béisbol se truncaría por decisión propia; que desaparecería de la faz de la tierra para embarcarse en una peligrosa aventura en el desconocido Nepal; que en la milenaria ciudad de Katmandú, entre tradiciones que ni entendería ni compartiría, encontraría el amor de su vida; que su plan inicial acabaría en desastre y se vería obligado a trazar un desesperado plan B, ni que con el paso del tiempo llegaría a creer que aquello no saldría bien. Sin embargo, siempre supo que llegaría hasta el final arriesgando su libertad, y hasta su vida, si era necesario, para conseguirlo. Pero en la vida, más aún en el país de un millón de dioses, todo ocurre en los momentos más inesperados y por las razones más insospechadas.

 Opinión Personal

Más de una me había recomendado a Ángeles Ibirika, muchas me habéis tentado con vuestras reseñas de sus libros pero con tantos libros y autores pendientes nunca encontraba el momento adecuado para coger uno de sus libros. Así pues cuando vi esta portada tan colorida y llamativa entre las novedades con una sinopsis tan misteriosa no me pude contener y decidí adentrarme en la nueva aventura que nos propone la autora.

Un refugio en Katmandú es una novela preciosa de las que terminas abrazada al libro con una sonrisa en los labios. Este libro es un deleite para los sentidos y las emociones porque a cada página te adentras más en la ciudad, las gentes y la cultura ya que la ambientación es uno de los puntos fuertes. La autora ha sabido documentarse a conciencia transmitiendo la pasión, la riqueza de sentimientos y una cultura tan distinta y desconcertante como extraordinaria con la que terminaras el libro deseando viajar a Nepal.

En cuanto a la historia tengo que quitarme el sombrero porque hasta las últimas páginas era imposible saber el motivo que ocultaba Matthew y toda la trama que hay detrás. A lo largo de las 300 páginas conocemos a Matthew, un joven que oculta su profesión y otros misterios que le persiguen y necesita encontrar a alguien pero también ocultarse, para ello acaba en un hogar para mujeres y niños nepalís regentado por Ruth y la doctora Claudia. A lo largo de los meses que Matthew pasa en Nepal vemos a través de sus ojos como esta caótica ciudad va cobrando nuevas perspectivas y remueve sentimientos en nuestro protagonista a la misma vez que vamos descubriendo personajes tan humanos como Claudia, que lo ha dejado todo para dedicarse a su pasión por la medicina en una ciudad necesitada y como vuelca todo su amor por esos niños sin hogar o gente extremadamente pobre. Bhim, un joven con el que nuestro protagonista termina entablando una bonita amistad. Y muchas historias que van pasando por el hogar de Ruth, que nos dan detalles de la miseria que causa una leyes tan arraigadas y antiguas en Nepal pero también conocer la fortaleza y la ilusión con la que siguen sonriendo día tras día.

Son muchos los sentimientos y emociones que he encontrado entre las páginas de este libro, una historia de misterio, de amor, de amistad, pero también hace que reflexiones y recapacites sobre el valor de las cosas, la felicidad, el destino... todo ello envuelto entre los colores y sabores de una cultura que es la base de esta historia, es la que dejará huella en Matthew y en todo lector. 

Así que sin duda termino este libro con una agradable sensación, una ganas tremendas de conocer personalmente Katmandú (porque tras este libro puedo decir que he viajado a él desde estas páginas) y enamorada del estilo cuidado y pasional que Ángeles Ibirika vuelca en cada palabra.

 

Un Refugio en Katmandú, es una historia brillante sobre tras una trama de misterio y amor nos transmite muchos valores y diferentes maneras de vivirlos. Un historia real, en la que cada personaje tiene mucho que aportar. Y un romance intenso, fuerte pero sobretodo creíble, de los que surgen poco a poco. Una historia autentica, preciosa que te dan ganas de achuchar recordando todo lo que hay escondido en él.

Gracias a la editorial por el ejemplar!